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| Señoras Anchoacas |
Toca ya volver a las rutinas, y qué mejor que hacerlo con una buena dosis de proteínas y vitaminas. Y si a eso le sumamos que hoy había buenos ejemplares de anchoas en la pescadería, ya tenemos el plato hecho para hoy. Las anchoas, además de ser deliciosas, son ricas en ácidos grasos omega-3 y fuente de magnesio y yodo.
Esta es una receta típica de la familia, y con la que literalmente, cuando las hacía mi padre acabábamos chupándonos los dedos (sí, las comemos con las manos). Es muy fácil de hacer, y aunque es engorroso pasarlas por harina, si te organizas va rápida la cosa.
El plato sabe mejor si se deja reposar un par de horas y se come templado, pero... ¡a ver quién aguanta!
Ingredientes (para 2 personas)
- 1/2 kilo de anchoas, limpias y sin cabeza.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cucharadita de pimentón picante.
- 1/2 vasito de vinagre de vino blanco.
- 3 cucharadas de vinagre de Jerez.
- Harina.
- Aceite de oliva suave.
1. Salar y pasar por harina las anchoas. Aplastar y pelar los ajos.
2. Calentar el aceite en una sartén, dorar los ajos, y echar las anchoas. Freír a fuego medio,
3. Limpiar la sartén, calentar dos cucharadas de aceite en la misma y freír el pimentón durante unos segundos a fuego medio, para que no se queme. Con el fuego al mínimo añadir el vinagre (los dos) dando vueltas con una cuchara para que se disuelva el pimentón, dejar que reduzca un poco y retirar del fuego.
4. Verter la mezcla anterior asegurándonos de bañar bien todas las anchoas, y dejar reposar.
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