Pues aquí va otro experimento. Me encantan las quiches y con tanta espinaca como tenemos ahora, qué mejor momento para preparar una!! Las quiches están ricas calientes, templadas y frías, aunque ésta al llevar queso ricota creo que como mejor está es caliente o templada. Pensé hacerla con queso mascarpone (del que me declaro fan incondicional), pero no encontré en el súper, así que decidí sustituirlo por el ricota, otra vez será.
Ingredientes:
- 200gr. de espinacas frescas
- 1 rodaja de salmón
- 3 cucharadas soperas de queso ricota
- 200 ml de leche evaporada
- 3 huevos
- 1 masa de quiche (yo la compré ya preparada en el súper)
- Pimienta
- Sal
Preparación:
Antes de ponernos a hacer cualquier cosa, precalentamos el horno al máximo.
1. Lavamos las espinacas y las ponemos a cocer en una cazuela durante unos 7 minutos (hasta que las veamos hechas). Las escurrimos muy bien, con ayuda de las manos si es necesario para que no quede casi agua y las reservamos para después.
2. Cortamos las rodajas de salmón en trocitos. Yo previamente, cuando la compré, le pedí al pescadero que le quitara la piel y la espina central, así que se ha quedado en dos piezas perfectas y listas para trocear.
3. En un molde extendemos papel vegetal de cocina, colocamos la masa de la quiche con cuidado y la vamos pinchando con ayuda de un tenedor para evitar que se infle. Metemos el molde al horno, bajamos la temperatura a 180º y dejamos que se cueza la masa durante unos 10 minutos.
4. En un bol mezclamos los huevos, la leche evaporada, y el queso ricota. Cuando se haya homogeneizado todo bien, añadimos el salmón troceado, las espinacas, un poco de pimienta molida y sal.
5. Sacamos el molde con la pasta para la quiche, volcamos la masa y volvemos a meterlo durante unos 40 minutos. Para comprobar que está hecha, hay que hacer como con los bizcochos: meter la punta de un cuchillo y cuando éste salga limpio la podremos retirar.
Que aproveche!
Que aproveche!
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