Galletas crujientes y doradas! |
Este ha sido mi primer experimento de galletas con especias y he elegido una combinación que me gusta bastante: canela, jengibre y clavo. Con las proporciones que he hecho no se percibe demasiado el jengibre, que es lo que yo quería, pero están muy ricas. Seguiré haciendo pruebas hasta que dé con lo que buscaba y por el momento dejo esta receta para que la hagáis un día y disfrutéis de unas galletas crujientes y deliciosas.
Ingredientes (para unas 25 galletas):
- 200 gramos de harina bizcochona
- 150 gramos de azúcar moreno
- 1 huevo
- 1/2 tsp (teaSpoon) de canela
- 1/2 tsp de jengibre
- 2 clavos
- 125 gramos de mantequilla
Preparación
1. En un mortero machacamos el clavo hasta convertirlo en polvo. Mezclamos en un bol la harina con el azúcar y las especias y añadimos la mantequilla. Para que esté en su punto óptimo hay que sacarla del frigo bastante antes de ponernos manos a la obra, pero como nunca me acuerdo, lo que hago es meterla unos segundos en el microondas para que esté maleable. Al principio es un poco complicado conseguir una masa homogénea, pero con ayuda de las manos, tenemos que amasar la mezcla hasta conseguir una especie de pasta.
2. Añadimos el huevo y seguimos amasando con las manos todo, si vemos que la masa se nos pega mucho al bol y a las manos, corregimos con un poco harina y notaremos que se nos va despegando más fácilmente. Entonces formamos una bola con la masa y dejamos reposar en la nevera una media hora.
3. Espolvoreamos harina sobre la encimera de la cocina bien limpia, ponemos la masa sobre la harina y echamos un poquito de harina también sobre la masa de las galletas. Con ayuda de un rodillo estiramos la masa hasta dejarla de medio centímetro aproximadamente y cortamos con ayuda de un cortapastas. Si no tenemos cortapastas, también se puede dar forma con un vaso, o cortando la masa con un cuchillo.
4. Mientras vamos dándole forma a las galletas, precalentamos el horno a 200º y sobre una bandeja extendemos papel vegetal y colocamos las galletas con una separación de unos 3 centímetros entre ellas puesto que crecen al cocerse. Metemos las galletas al horno, bajamos la temperatura a 180º y esperamos unos 10-15 minutos a que se hagan. Cuando comienzan a estar doraditas es hora de sacarlas, porque de lo contrario se quedarán secas. En el momento de sacarlas, comprobaréis que están un poco blandas, pero no hay problema ya que al enfriarse se quedan crujientes.
Con las proporciones que he dejado más arriba, he tenido que hacer tres hornadas porque no me cabían todas en la bandeja.
Espero que os guste, y buen fin de semana!!
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